¿Retraso en el proceso de lectoescritura?

¿Retraso en el proceso de lectoescritura?

¿Retraso en el proceso de lectoescritura? Técnicas para mejorarlo 

La mayoría de las personas somos capaces de leer y escribir sin mucha dificultad. Sin embargo, dicha habilidad implica una serie de procesos complejos como son la identificación de letras, codificación y descodificación, procesos sintácticos, semánticos, trazo y coordinación, etc., que requieren de un aprendizaje y de un desarrollo gradual.

El aprendizaje reglado de la lectoescritura tiene lugar al inicio de la Educación Primaria, desarrollándose a lo largo de la etapa. La lectura se constituye como elemento clave que abre las puertas a múltiples conocimientos, desarrolla la creatividad y la imaginación, favorece la concentración y la atención, y alimenta su cerebro.

Retraso lector

En algunas ocasiones, el proceso lector no se desarrolla adecuadamente y aparecen retrasos en su aprendizaje.

El retraso lector puede entenderse como una dificultad en el aprendizaje de la lectoescritura durante la primera etapa (entre los 6 y los 8 años), sin que exista ningún tipo de patología, pero que supone lentitud en la adquisición del proceso lector.

En un primer momento, es esencial detectar el retraso lector para poder trabajarlo.

¿Cómo saber cuándo hay un retraso lector?

Se pueden señalar algunos signos para reconocer el retraso lector:

·       Retraso en la adquisición de hitos relacionados con la lectura en comparación con otros niños y niñas de su edad.

·       Ansiedad elevada y rechazo a las tareas de lectura.

·       Velocidad lectora lenta.

·       Errores en la lectura oral y dificultad para comprender los textos.

·       Las dificultades tienen lugar entre los 6 y los 8 años.

·       No existen otras patologías, retrasos en el neurodesarrollo, o algún tipo de trastorno.

Técnicas para mejorar el retraso lector

En la mayoría de las ocasiones, no es algo alarmante y se resuelve con estimulación. Algunas técnicas para mejorar el retraso lector son las siguientes:

·       Convertir la lectura en una actividad que les motive e interese. Para ello, se han de buscar lecturas que puedan interesarles y despertar su interés.

·       Respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño. Para que puedan ganar confianza y asegurarse poco a poco, es mejor volver a cuentos cortos o       pequeñas lecturas, en lugar de presionarlos con lecturas que puedan estar fuera de su alcance.

·       Recurrir al juego y las actividades lúdicas. Se trata de estimular los procesos que se sitúan en la base de las habilidades de lectoescritura a través del juego. En este caso, se pueden utilizar juegos como el veoveo, sopas de letras, el ahorcado, buscar letras repetidas o palabras en un texto, unir sílabas para formar palabras, etc.

·       Trabajar palabras concretas. Se puede hacer una tarea que consiste en analizar palabras, su significado, sus letras, y de usar la palabra en distintas frases o textos.

·       Utilizar material especializado para el desarrollo del proceso lector. Son de gran utilidad los cuadernillos de lectura. Su uso supone acercar la lectura a través de pequeñas unidades, en un formato sencillo y atractivo. A través de estos materiales, los niños y niñas estimulan los procesos implicados en la lectura y la escritura.

20 de abril de 2023
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