El aprendizaje es un proceso complejo en el que intervienen múltiples funciones y procesos. Pero el aprendizaje es, también, un proceso natural e innato, que ocurre de forma espontánea.
Conocer cómo se produce el aprendizaje, cuáles son los procesos neuronales sobre los que se sustenta el aprendizaje resulta esencial para aprovechar el potencial innato y dirigirlo hacía el aprendizaje.
La plasticidad neuronal como base del aprendizaje
El cerebro humano está dotado de una gran capacidad de plasticidad neuronal que sustenta el enorme potencial de aprendizaje del ser humano.
El bebé humano nace con un elevado número de neuronas que poco a poco irán creando aprendizajes. Con cada experiencia sensorial el cerebro va organizando sus neuronas a través de conexiones entre las mismas, creando así diversas redes neuronales. Estas conexiones neuronales suponen la base cerebral del aprendizaje, es decir, cada aprendizaje se produce porque en el cerebro se ha creado una conexión entre neuronas que lo determina.
Qué factores impulsan la creación de conexiones entre neuronas
Para que se produzcan estas conexiones es muy importante manejar los factores que impulsan las mismas y, por lo tanto, el aprendizaje.
- La experiencia y el entrenamiento. La experiencia es la base de la creación de conexiones neuronales y, por lo tanto, del aprendizaje. Esta experiencia supone entrenamiento y práctica de una determinada tarea, cuanto más se practique un tipo de tarea, mayores y más fuertes serán las conexiones creadas entre las neuronas. Para que el cerebro aprenda algo, es imprescindible el trabajo constante, repetir a través de diferentes tareas para lograr profundizar en el procesamiento y crear redes neuronales complejas, sólidas y fuertes.
Por ejemplo:
Para aprender a leer es necesario practicar en el proceso de lectura, leer muchas veces, supone mejorar las conexiones entre las neuronas responsables. Para aprender a escribir, se hace necesario un entrenamiento que genere la creación de conexiones entre las neuronas.
- La estimulación, la práctica y el papel protagonista del sujeto. Para que el cerebro aprenda se hace necesaria una estimulación adecuada que se produce a través de la práctica. Para que se cree la conexión entre neuronas es necesario que el cerebro este activo, y no pasivo, que no se limite a ser un mero receptor de información, sino que sea capaz de practicar, de experimentar, de ser el centro de la estimulación. Los niños/as tienen que hacer para poder aprender.
- Emoción. Pero la repetición por sí sola no es suficiente, ya que se ha de considerar también un componente emocional fundamental. Para que el cerebro aprenda y se produzcan estas conexiones es imprescindible acompañar el proceso de aprendizaje de emociones positivas. Está demostrado que, si el sujeto disfruta, que, si experimenta emociones positivas, el aprendizaje se impulsa, mejora la profundización y se logra una mayor motivación.
- La motivación. La motivación es otro de los factores clave en el aprendizaje. Para que un niño/a aprenda, es muy importante que el cerebro este predispuesto, este motivado para aprender. Y para ello se ha de disponer de materiales y técnicas capaces de despertar la curiosidad del niño/a, que resulten atractivos, que permitan dar un sentido y una utilidad a lo que se aprende.
La educación, sus métodos, técnicas y materiales, han de basarse en el funcionamiento del cerebro del niño/a, ha de apoyarse en los factores que impulsan la neuroplasticidad. Poco a poco, las redes neuronales se irán haciendo estables y fuertes y las conexiones entre neuronas se convertirán en una base sólida sobre la que apoyar y sustentar nuevos aprendizajes.
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