Curiosidad, la semilla del aprendizaje

Curiosidad, la semilla del aprendizaje

Observar, preguntar, escuchar, investigar... ¿Sabías que los seres humanos somos curiosos por naturaleza? Está comprobado científicamente que nacemos predispuestos a aprender, vivimos con hambre de novedades y, sobre todo, nos mantenemos atentos ante los temas que más nos interesan. Conforme vamos cumpliendo años, la curiosidad se va convirtiendo para cada uno de nosotros en el origen de nuestro aprendizaje. Entendamos porqué.

¿Sabías que los seres humanos somos curiosos por naturaleza?

En primer lugar, la ciencia nos ha enseñado que, cuanto más interés mostramos por un tema en concreto, más activa está una parte de nuestro cerebro. Ocurre que este recibe mejor aquella información que -ya de entrada- estamos dispuestos a aprender. Y es que, cuanto más interés hay por nuestra parte, desarrollamos más memoria (tanto en mayores como en pequeños). Por lo que, en definitiva, más información podemos acumular.

Conocer este dato se convierte en un recurso tremendamente valioso tanto para padres como para profesores. Pues el hecho de conocer la semilla de gran parte de nuestros aprendizajes nos ayudará a encontrar técnicas y dinámicas que nos permitan potencializar su conocimiento. Y he aquí la gran pregunta:

¿Cómo podemos predisponer a los alumnos para que sientan curiosidad y retengan mejor la información que les transmitimos?

En primer lugar, la ciencia nos ha enseñado que, cuanto más interés mostramos por un tema en concreto, más activa está una parte de nuestro cerebro. Ocurre que este recibe mejor aquella información que -ya de entrada- estamos dispuestos a aprender. Y es que, cuanto más interés hay por nuestra parte, desarrollamos más memoria (tanto en mayores como en pequeños). Por lo que, en definitiva, más información podemos acumular.

Conocer este dato se convierte en un recurso tremendamente valioso tanto para padres como para profesores. Pues el hecho de conocer la semilla de gran parte de nuestros aprendizajes nos ayudará a encontrar técnicas y dinámicas que nos permitan potencializar su conocimiento. Y he aquí la gran pregunta:

La curiosidad también es la base del desarrollo del talento

En primer lugar, la ciencia nos ha enseñado que, cuanto más interés mostramos por un tema en concreto, más activa está una parte de nuestro cerebro. Ocurre que este recibe mejor aquella información que -ya de entrada- estamos dispuestos a aprender. Y es que, cuanto más interés hay por nuestra parte, desarrollamos más memoria (tanto en mayores como en pequeños). Por lo que, en definitiva, más información podemos acumular.

Conocer este dato se convierte en un recurso tremendamente valioso tanto para padres como para profesores. Pues el hecho de conocer la semilla de gran parte de nuestros aprendizajes nos ayudará a encontrar técnicas y dinámicas que nos permitan potencializar su conocimiento. Y he aquí la gran pregunta:

21 de febrero de 2023
¿Te gustó esta entrada del blog?
0
0