A pesar de la importancia de la inteligencia emocional a menudo queda relegada a un segundo plano sin considerar la importancia de la misma. Es esencial dedicar tiempo para el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños, ya que su desarrollo es un proceso continuo que requiere de tiempo y experiencias vivenciales.
La familia constituye el contexto ideal para el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños ya que supone un entorno rico en afectos, vivencias y experiencias. Además, dedicarnos al trabajo y desarrollo de la inteligencia emocional en familia supone una importante ventaja para todos y se convierte en una oportunidad ideal para mejorar las competencias emocionales de los adultos.
4 juegos para trabajar la inteligencia emocional en familia
- Me pongo en tu lugar
Esta dinámica tiene como objetivo trabajar la empatía en familia. Se trata de un juego sencillo pero que puede ayudarnos a ponernos en los zapatos de los demás. Escribimos los nombres de cada uno de los miembros de la familia en un papel y los colocamos en una urna. A continuación, cada uno coge un papel sin decírselo a los demás, el sujeto ha de convertirse en el miembro de la familia que le ha tocado, y para ello puede vestirse como él o ella, actuar como tal y explicar cómo se siente.
Es un juego muy divertido y sencillo que además de ayudarnos a entendernos unos a otros, nos ayuda a comprender cómo nos ven los demás miembros de la familia.
- Dibujo de emociones
Esta dinámica tiene como objetivo la toma de conciencia de las emociones básicas. Para ello utilizamos una tarea sencilla, se trata de dibujar las emociones básicas, alegría, tristeza, enfado, ira, sorpresa, asco y miedo. Se ha de dibujar la expresión facial que acompaña a la emoción y explicar o anotar las situaciones que pueden provocar esa emoción y cómo actuamos en esos casos.
Es una dinámica sencilla pero que sirve para tomar conciencia de las emociones propias y ajenas.
- Adivina cómo me siento hoy
Es un juego sencillo a través del cual tratamos de identificar las emociones en los demás. El juego consiste en que cada miembro de la familia explica una situación que le ha ocurrido hoy, por ejemplo: Recibir una buena noticia, olvidar algo en casa, escuchar un ruido extraño, recibir un insulto, etc. Y los demás han de tratar de adivinar cómo se siente la persona que explica la situación.
En esta tarea los niños y los adultos podemos centrarnos en los demás y aprender a identificar emociones en los demás, así como también aprender a responder a las emociones de los demás.
- Coloreo mis sentimientos
Este es otro juego sencillo y que tiene como objetivo por un lado la toma de conciencia de las propias emociones y, por otro lado, se trabaja la expresión y la autorregulación emocional. En este juego, cada día, en un rato acordado por ejemplo por la noche, o cuando tengamos una emoción fuerte, dedicamos un tiempo a dar color a nuestra emoción (por ejemplo, enfado-rojo, alegría-amarillo-miedo-negro, tristeza-azul, asco-verde, etc.). Al hacerlo se aprende a identificar la emoción y a expresarla antes de que nos domine.