Cómo hablar a los niños sobre el tema de la muerte

Cómo hablar a los niños sobre el tema de la muerte

Hablar con niños y niñas sobre la muerte puede ser desafiante, ya que su comprensión difiere de la de los adultos. No obstante, la muerte es una faceta natural de la vida que afecta tanto a jóvenes como a mayores, y, por lo tanto, no es un tema que debamos evitar. A pesar de su complejidad, abordar el tema de la muerte en la educación de los niños y niñas es esencial, ya que les ayuda a lidiar con sus inquietudes y temores, al tiempo que promueve una mejor comprensión del asunto.

La comprensión de la muerte en niños y niñas

El concepto de la muerte resulta altamente complejo para los más jóvenes. La forma en que los niños y niñas comprenden la muerte dependerá de su edad y nivel de desarrollo.

En diferentes etapas de su crecimiento, tendrán ideas e interpretaciones diversas acerca de la muerte y su carácter irreversible, por lo tanto la forma de abordar este tema con ellos estará condicionada por su nivel de desarrollo y edad.

En todos los casos, la conversación debe adaptarse al vocabulario y la capacidad de comprensión del niño, y debemos considerar cuatro conceptos clave que les ayudarán a asimilar la idea de la muerte y afrontar las emociones relacionadas:

  • Irreversibilidad. La muerte es permanente.
  • Irrevocabilidad. La muerte pone fin a toda función vital.
  • Inevitabilidad. La muerte es un hecho universal e ineludible para todos los seres vivos.
  • Causalidad. La muerte tiene una causa.

Cómo hablar a los niños/as sobre el tema de la muerte

Bebés y niños muy pequeños: los bebés y niños pequeños, que apenas dominan el lenguaje, no comprenderán completamente conceptos como la muerte. Sin embargo, son sensibles a las emociones de sus figuras de apego y a los cambios en su rutina diaria. Cuando una familia enfrenta una muerte en esta etapa, es crucial que los cuidadores reconozcan su propio proceso de duelo y tristeza y mantengan las rutinas del niño. Es importante mantener el contacto físico, evitar separaciones y, siempre que sea posible, proporcionar apoyo adicional a través de otras figuras de apego para brindar seguridad al niño.

 

Niños en edad de educación infantil (entre 3-6 Años): los niños de esta edad tienen un pensamiento concreto y fantástico, lo que dificulta su comprensión de la muerte. Suelen ver la muerte como algo temporal y transitorio. En este grupo, es esencial utilizar un lenguaje simple y directo, evitando eufemismos que puedan llevar a interpretaciones erróneas. Deben evitarse frases como "se ha ido a dormir" o "viajó al más allá", ya que pueden interpretarlas literalmente y experimentar miedos relacionados. Para explicar la muerte, se puede utilizar un lenguaje más concreto, como decirles que la persona ha fallecido y que no se podrá volver a ver. Es común que hagan preguntas, y la clave es proporcionar respuestas claras, suavizadas con la idea de que los recuerdos perduran para siempre. También es útil recurrir a cuentos o juegos para ayudarles a comprender la muerte, ya que expresan sus sentimientos a través del juego y los cuentos.

 

Niños en edad escolar (6 a 11 Años): los niños y niñas en esta etapa comienzan a comprender la muerte como un evento definitivo, aunque les cuesta entender su universalidad. Su pensamiento sigue siendo concreto. Para hablar de la muerte, es necesario ofrecer explicaciones simples y honestas, permitiendo que los niños expresen sus emociones y aclarando malentendidos. Puede que no comprendan completamente las causas de la muerte y busquen culpables, llegando a sentirse culpables ellos mismos. Es crucial asegurarles que su comportamiento no causó la muerte y que no se puede hacer nada para revivir a la persona fallecida. Pueden experimentar temores relacionados con la muerte, tanto la propia como la de seres queridos, y es normal que busquen más cariño y apoyo. En este punto, es importante recordar a los niños que no todas las personas que enferman fallecen, tranquilizarlos respecto a su propia salud y ayudarles a encontrar formas de lidiar con su ansiedad. También es válido que los niños no deseen hablar o pensar en la persona fallecida porque puede resultar doloroso.

 

Adolescentes: los adolescentes tienen la capacidad de comprender la muerte a un nivel similar al de los adultos, ya que su pensamiento es más abstracto. Sin embargo, pueden enfrentar dificultades emocionales y para expresar sus sentimientos. Es común que busquen sentido en la muerte y en la vida, lo que se traduce en preguntas y una amplia gama de emociones. En esta etapa, es fundamental brindarles la oportunidad de hablar sobre la muerte, ser honestos y responder a sus preguntas. Ayudarles a encontrar canales para expresar sus emociones, como escribir, dibujar o hablar en familia, es esencial.

Cuentos para abordar la muerte con niños y niñas según sus edades

  • - "El Árbol de los Recuerdos" (Niños de 3 a 10 años): Para entender conceptos clave de la muerte.
  • - "Para Siempre" (A partir de 8 años): Para comprender la muerte y lidiar con el duelo.
  • - "El Pato y la Muerte" (A partir de 14 años): Un cuento que aborda el tema de la muerte.
  • - "Y Si Morir Fuera como Convertirse en Mariposa" (A partir de 6 años): Un cuento ilustrado que ayuda a responder preguntas.
  • - "Por Qué no Vivimos para Siempre" (A partir de 3 años).
  • - "El Abuelo ya no Está" (A partir de 8 años): Para explicar la pérdida de un ser querido.
  • - "En Todas Partes y en Cualquier Lugar" (A partir de 7 años): Una historia poética sobre la pérdida.
  • - "Adiós, Abuela" (A partir de 10 años): Un libro con actividades terapéuticas para niños que están experimentando el duelo por la muerte de un ser querido.
  • - "El Hilo Invisible" (Para todas las edades): Una historia sobre los vínculos con quienes amamos.
  • - "No es Fácil, Pequeña Ardilla" (A partir de 6 años).
  • - "Siempre" (A partir de 3 años): Un cuento sobre un osito y su mamá.
30 de octubre de 2023
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