Somos seres emocionales, ¡y vaya que lo somos! Las emociones son como nuestra banda sonora diaria: a veces nos ponen la piel de gallina y otras nos hacen bailar de alegría. ¿Quién no ha sentido la emoción de un abrazo, la furia de un mal día o la ternura de un gesto amable? Cada una de estas emociones tiene su misión especial, como superhéroes que nos ayudan a enfrentar lo que nos toca vivir.
Pero aquí está el truco: para que estas emociones funcionen bien, necesitamos poner en práctica la inteligencia emocional. Y es que..., una buena inteligencia emocional es fundamental para favorecer que las emociones puedan cumplir su función, sin embargo, a menudo la educación de las emociones queda relegada a un segundo plano.
Comunicar emociones
¡La comunicación de emociones es como el pegamento que une nuestras relaciones y nos hace sentir bien! Es muy importante aprender a expresar lo que sentimos porque nos ayuda a mantener una convivencia a sana y adecuada con los demás. Pero para poder entenderlas y gestionarlas, el primer paso es identificarlas y reconocerlas.
Porqué comunicar las emociones
Las emociones son señales que nos trasnsmiten información y nos dicen qué está pasando dentro de nosotros. Son como el GPS de nuestras relaciones, ¿sabes? Si guardamos esas emociones y no las expresamos, es como si apagáramos el GPS y nos quedáramos perdidos en medio de la nada. Porque, ¿cómo va a entender el otro lo que sentimos si ni siquiera lo decimos en voz alta? La comunicación emocional es clave para que los demás puedan entendernos y estar ahí cuando más lo necesitamos.
Dificultades para comunicar las emociones
Muchas personas, y especialmente los niños y niñas, a veces sienten que tienen un lío en la cabeza y no saben cómo sacarlo afuera. A veces es como tener un montón de emociones bailando en tu interior y no saber cómo hacer que salgan a la pista de baile.Estas dificultades pueden deberse a dificultades para identificarlas, falta de reconocimiento de las emociones, a experimentar emociones muy intensas, o a tener sentimientos de vergüenza o miedo de expresarse.
Por eso es tan importante que les ayudemos a expresarse sin miedo y con claridad. ¿Y cómo podemos hacerlo? Pues, ¡aquí te van algunas ideas!
- Primero, tú mismo tienes que ser un ejemplo. Siempre que puedas, exprésate y di cómo te sientes. No tengas miedo de decir cosas como "estoy enfadado", "estoy contento", o "me preocupa mucho esto". Imagina que estás dando un paseo por el parque y compartiendo tus pensamientos y sentimientos con los pájaros, por ejemplo.
- Después, ayúdales a poner palabras a lo que sienten. No se trata de decirles "no te enfades", sino de acompañarles y decir algo así como "Vaya, parece que esto te ha enfadado mucho. ¡Claro que sí, es normal que te sientas así!".
- Por último, pregúntales cómo se sienten y deja que te lo expliquen con sus propias palabras.
Fichas para aprender a comunicar las emociones
En RUBIO, estamos convencidos de que las fichas son una gran herramienta para enseñar a los niños y niñas a comunicar sus emociones. ¿Cómo lo hacemos? ¡Pues ampliando su diccionario emocional! Imagina que cada ficha es como una nueva palabra en su diccionario de sentimientos, y cuantas más palabras tengan, mejor podrán cómo se sienten.
Cuando utilizamos fichas con palabras que describen emociones, estamos ayudándoles a tener nuevas herramientas para expresarse. Porque, ¿quién no se siente mejor cuando puede expresar exactamente lo que siente en su interior? Es como si estuvieran construyendo un puente entre lo que sienten y lo que dicen, ¿empezamos?
Puedes descargarte las siguientes fichas gratuitas en PDF > aquí <