7 pautas para enseñar a los niños con trastornos del espectro autista a comprender a los demás.

7 pautas para enseñar a los niños con trastornos del espectro autista a comprender a los demás.

Los trastornos del espectro autista, TEA engloban un grupo de trastornos que manifiestan una amplia gama de síntomas, habilidades, y niveles que pueden interferir en el funcionamiento diario en mayor o menor medida. Los trastornos del espectro autista se caracterizan por una gran variabilidad de síntomas y manifestaciones, que pueden variar mucho de una persona a otra. Sin embargo, todas ellas tienen en común dificultades en tres áreas: en la comunicación, la actividad social, y las conductas repetitivas y estereotipadas. Enseñar a los niños con TEA a comprender a los demás es esencial para su funcionamiento diario, adaptación y bienestar, convirtiéndose esta labor en uno de los grandes retos de familias y educadores.

Las dificultades para comprender a los demás en los TEA

Los trastornos del espectro autista son trastornos de origen neurobiológico, las personas que los padecen pueden tener capacidades cognitivas normales, e incluso a veces, superiores, pero tienen dificultades muy importantes para relacionarse con los demás, sobre todo a la hora de comprender lo que quieren decir los demás y esto puede limitar mucho su actuación y funcionamiento diario.

Dependiendo del grado de afectación, las dificultades para comprender y expresar mensajes pueden variar, en algunos casos carecen absolutamente de lenguaje, en otros, en los casos más favorables han desarrollado el lenguaje, y por lo tanto pueden hablar y comprender las palabras que les dicen, pero tienen dificultades para comprender el sentido del lenguaje. Es decir, comprenden el sentido literal de las palabras, pero les cuesta comprender, gestos, posturas, el doble sentido, lenguaje metafórico, las bromas, ironías, etc. y esto les lleva a tener dificultades para mantener una conversación y relacionarse.

Nuestro lenguaje habitual está cargado de estos elementos que aportan tanta o más información que las propias palabras. Por ejemplo: si una persona está llorando y le preguntamos que sí está bien, y nos responde que sí que está bien, porque le cuesta hablar o por ironía. Podemos entender que no está bien porque vamos más allá de las palabras, en cambio una persona con TEA, entiende que la persona está bien porque eso es lo que ha dicho.

Además las dificultades para comprender a los demás, se agudizan por sus escasas habilidades empáticas. Los niños que presentan este tipo de trastornos, tienen muchas dificultades para ponerse en el lugar del otro.

Cómo podemos enseñar a los niños con trastorno del espectro autista a entender a los demás.

La tarea de enseñar a los niños con TEA, es una tarea complicada y puede ser un verdadero reto. Vamos a ver algunas pautas que nos pueden ayudar

  • En primer lugar debemos meternos en su cabeza y comprender el sentido de sus dificultades. Recordemos que tienen una visión del mundo diferente y para poder acercarles nuestra visión y favorecer así su comprensión, debemos introducirnos en su manera de ver el mundo.
  • En segundo lugar podemos seguir unas pautas, pero éstas serán adaptadas a cada niño, a su nivel, habilidades y necesidades específicas.
  • Para que nos entiendan debemos procurar acercarles al entendimiento, desde las personas más cercanas. Para ello emplearemos gestos marcados, explicaciones, etc.
  • Partiremos de las emociones. Se trata de ayudarles a comprender las emociones de los demás, las emociones que acompañan el mensaje. Empezaremos por lo más sencillo, las emociones básicas: alegría, tristeza, miedo, sorpresa, enfado, amor,…. Para cada emoción hacemos el gesto (de manera exagerada) y nombramos la emoción, también nos valemos de dibujos. Por ejemplo alegría y hacemos una sonrisa exagerada, también le mostramos un dibujo con una sonrisa mientras decimos alegría. Hacemos lo mismo con las demás emociones. Gradualmente introducimos otros datos, como situaciones que provocan las emociones, etc.
  • Otra línea de trabajo, consiste en ayudarles en sus habilidades comunicativas. Empezamos por cosas sencillas, pero necesarias como: mirar al otro cuando nos habla, prestar atención, etc. Es un trabajo que requiere un entrenamiento, mucha paciencia y refuerzo.
  • La siguiente línea de trabajo se centra en la deducción de las intenciones de los demás e ir más allá de lo que dicen con las palabras. En este caso usaremos mucho material visual, marionetas y ejemplos, se trata de situaciones que puedan ver las intenciones, empezando por cosas sencillas, como por ejemplo: con marionetas mostramos como una marioneta deja caer algo y lo rompe, y cuando llega otra y le pregunta responde que no lo ha roto.
  • Será un trabajo continuo, debemos tener mucha paciencia e ir poco a poco. Usar material visual y permitir la manipulación, la clave está en crear consignas que entiendan como repetir alegría y sonrisa (haciendo la sonrisa, mostrándola en un dibujo, en otros personajes, etc.


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4 de octubre de 2016
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